El Manual Nansen para facilitadores de diálogo y transformación de conflictos ha sido preparado por el Centro Nansen para la Paz y el Diálogo, ubicado en Lillehammer, Noruega.
El manual es producto de conversaciones con miles de personas alrededor del mundo, quienes han participado en capacitaciones y cursos organizados por el Centro Nansen. A lo largo del tiempo hemos probado distintas herramientas pedagógicas y hemos elegido algunos de estos ejercicios para este manual.
Mucha gente nos pregunta, ¿para qué sirve el diálogo? Nosotros decimos que el diálogo es una forma de comunicación que ofrece tiempo y espacio para que las personas puedan mostrar la complejidad de sus respectivas realidades.
Cuando hay dolor, hay gente que se molesta cuando le hablan de diálogo, porque creen que es lo mismo que negociación o mediación. Mientras la negociación y la mediación priorizan los resultados, el diálogo se basa en el proceso, donde se van descubriendo las dificultades (que pueden ser muchas), y las soluciones (que pueden ser escasas).
El camino del diálogo es para valientes, porque hay que atreverse a escuchar lo incómodo y abrirse a la posibilidad que uno no tiene toda la versión de lo que el otro piensa o ha vivido. Cuando hay dolor e historias no escuchadas, las desconfianzas pueden ser profundas.
Dialogar no significa aceptar lo que es injusto. Hablar con el otro no es igual a la claudicación de los ideales o derechos. Dialogar es una forma de comunicación que se centra en comprender al otro, en lugar de intentar convencerlo de que tú tienes la razón. El diálogo no se trata de aceptar lo inaceptable, de justificar crímenes, ni de olvidar, sino que entender el punto de vista del otro y también decirle todo lo que tú tienes que decir.
El diálogo es un proceso adaptativo, cuyo éxito depende de la calidad de las conversaciones y de la escucha. Quienes se embarcan en un proceso de diálogo, inician un viaje a tierra incógnita. Igual que cuando vamos a lugares que no conocemos, no se trata sólo de llegar a destino, sino que la travesía en sí nos enseña cosas que no sabemos.
Cuando no hay nada de confianza y necesitamos construir en conjunto, el diálogo puede ayudar a encontrar el lugar más bajo de la pirca, por el cual podemos cruzar sin fallar en el primer intento.
Si tenemos un mejor mapa para los desafíos de hoy y de mañana, sabremos dónde construir puentes, donde tener más cuidado y cómo llegar seguros a nuestro destino. Ahí está el futuro compartido que necesitamos. Ese es el resultado del camino del diálogo.
Esperamos que la edición en castellano de este manual, traducido por la Universidad Alberto Hurtado, en colaboración con el Consejo de Rectores de las Universidades de Chile y el apoyo del Reino de Noruega, sea útil para muchas comunidades en Chile y también para el mundo hispano hablante.
Este es un proceso en marcha y agradecemos si toman contacto con nosotros con sugerencias o comentarios.