¿Qué hay que tener en cuenta antes de iniciar un proceso de diálogo? Estos trece pasos para el buen diálogo pueden servir como una hoja de ruta genérica y un recordatorio para la fase preparatoria.
Texto: Inge Eidsvåg, Nansen Humanistic Academy
1. Incluye a los participantes en la planificación
El diálogo es un proyecto común y no tolera agendas ocultas. Los participantes deben ser incluídos en las decisiones sobre los objetivos, los temas, las formas de trabajo y los plazos del proceso. De esa manera se construye seguridad y un sentido de propiedad sobre el proceso. Los intentos de manipular estos procesos pueden corroer la confianza y pueden destruir el diálogo. La sinceridad y la transparencia deben estar presentes desde el primer día.
2. El diálogo para conocerse
No hay que comenzar el diálogo con las diferencias y los argumentos, sino con las personas en sí, mostrando compañerismo, las historias de vida, esas pequeñas historias que cada uno trae consigo, porque somos mucho más que nuestras opiniones y diferencias.
3. Busca la equidad
El buen diálogo no significa que los participantes sean iguales, pero sí que exista la equidad. Hay que dejar de lado los títulos y dedicar la misma cantidad de tiempo para hablar para todos y el respeto debe ser igual para todos.
4. Empieza por los temas más fáciles
Trepa la pirca por el lugar más bajo, porque así aprendemos que es posible cruzar, incluso cuando los obstáculos sean más difíciles. La confianza es la escalera que usamos para cruzar estas dificultades.
5. Escucha activamente
Cada diálogo requiere de voluntad y capacidad para escuchar. Si nadie escucha, todo lo que se dice, es en vano. Ser ignorado siempre se siente humillante y doloroso. El diálogo necesita de la escucha activa para comprender al otro.
6. Haz buenas preguntas
Aquel que cree saberlo todo, no tiene nada para preguntar. Alguien que escucha activamente no guarda silencio, sino que hace preguntas. Buenas preguntas nos dan la ruta para encontrar algo que no sabemos, pero que queremos y necesitamos saber. Las buenas preguntas son abiertas y no se contestan fácilmente con un sí o un no. Las buenas preguntas tienen un qué, cómo, cuándo, porqué e interpretar de la mejor manera posible las respuestas que nos dan.
7. No obligues a nadie a pensar como uno
La intención del diálogo no es obligar o persuadir al otro para que cambie de opinión; esa es la función de la propaganda. Los valores que son presionados por parte de grupos externos, suelen tener el efecto contrario. El diálogo no utiliza otras herramientas de presión, excepto aquellas que existen en la esencia misma del diálogo.
8. No acuses al otro de puntos de vista que no tiene
Nadie debe hablar sino por uno mismo y todos deben tener tiempo y acceso a explicar y argumentar sus propios puntos de vista. Nadie tiene por qué defenderse de las definiciones de otros. Nadie debe estar obligado a defender puntos de vista que uno no tiene y que otros dicen que uno defiende o representa.
9. Compara ideales y prácticas
A veces comparamos el brillo de nuestros ideales con el fracaso de los demás, pero entonces olvidamos que cuando somos el denominador de la ecuación, siempre va a funcionar a nuestro favor. Para tener una imagen más real de nuestras acciones y valores, debemos comparar en forma sincera nuestros propios ideales con los de ellos, así como nuestras propias prácticas, nuestros propios crímenes, etc.
10. No aceptes sin mente crítica los argumentos del otro
Uno se esfuerza para tratar de entender la forma de pensar de otras personas, no para asumirlas sin pensamiento crítico, pero para tener un concepto más verídico de la realidad. La tolerancia significa que debemos aguantar, pero no necesariamente aceptar lo que dicen los otros. Para tomar a los otros en forma seria, hay que desafiar abiertamente lo que no entendemos o lo que no podemos aceptar. Ser claro es un fundamento para crear seguridad.
11. Sé sincero y abierto, pero pon tus límites
La sinceridad no es lo mismo que ser hablador. No hablamos de todas las cosas con cualquier persona. Algunas cosas de la vida las mantenemos privadas, lejos de la intromisión de otros. Lo privado puede seguir siendo privado. Hay que tener respeto por lo intocable en la vida de otros. Después de una guerra o abusos, hay algunos temas que son muy difíciles de mencionar o tan sensibles que uno no tiene la fortaleza para mencionarlos.
12. Acepta y da espacio para expresar sentimientos
Entramos al diálogo como seres íntegros, con ideas y sentimientos propios. Aunque el espacio del diálogo no es una sala de terapia, debe dar espacio para expresar alegría, frustración, risa, enojo y llanto. Expresar sentimientos es también una forma de comunicación y bajamos la armadura cuando lo hacemos.
13. El diálogo siempre puede seguir adelante
Cuando el diálogo se detiene, casi siempre podemos estar dispuestos a continuar en otra oportunidad. Si así fuese, podríamos dialogar sobre otros temas, se puede invitar a otras personas y tal vez las condiciones también cambian. El diálogo se trata de comprensión mutua y no es siempre posible decir que hemos comprendido todo. Aún después del mejor de los diálogos hay cosas que están por fuera de nuestra comprensión, y en esas situaciones tenemos que decirnos: sigamos en el diálogo.
Literatura:
- Eidsvåg, Inge (2005): Understanding the other – Thirteen tips for a good dialogue:
https://nansen.peace.no/wp-content/uploads/2013/10/Understanding-the-Other.pdf
(Adaptado y traducido al castellano por Alfredo Zamudio).